Un cirujano tendrá que indemnizar con 229.383 euros a la familia de una paciente que falleció tras una operación de obesidad mórbida.
En la sentencia emitida por el Juzgado de Primera Instancia número 45 de Madrid se explica que "ni se pautó profilaxis tromboembólica, ni en el postoperatorio inmediato, ni se prestó atención a un estudio previo de la hipertensión que padecía".
Los hechos tuvieron lugar en 2013 en el Hospital N.P.A de la capital donde la víctima iba a ser intervenida mediante un procedimiento de gastrectomía tubular laparoscópica.
Tras la operación, el cirujano, cuya identidad no ha sido revelada, se fue a Valencia y dejó a la paciente a cargo del personal del centro. Un cúmulo de negligencias hizo que acabase desarrollando una sepsis abdominal, que presentase un episodio de desorientación y, posteriormente, un fallo renal. Fue entonces cuando se tomó la decisión de suministrarle oxigenoterapia.
No obstante, la falta de una respuesta inmediata hizo que la paciente falleciese por parada cardiorrespiratoria.
Durante todo el episodio el cirujano no adoptó las medidas necesarias ni ordenó a los médicos el procedimiento a seguir.