Un tribunal de apelación de Bruselas ha condenado a dos policías encargados de la seguridad ferroviaria por tratar a un inmigrante irregular "como a un vulgar desecho" y "de forma manifiestamente degradante" en febrero de 2013, informa el periódico "La Libre Belgique".

Uno de los agentes, que conducía una furgoneta en la que se llevaron a Mohamed M., ha sido sentenciado a dos años de prisión y cinco de libertad condicional, mientras que el otro, de 21 años, está a la espera de condena, ya que, según el auto judicial, colaboró porque "quería integrarse".

Conforme al relato de los hechos, los dos policías se dirigieron una noche de febrero de 2013 a Mohamed M., que se había refugiado en la estación bruselense de Gare du Nord de las temperaturas bajo cero del exterior, lo obligaron a ponerse de rodillas y lo lanzaron contra un escaparate.

Acto seguido, llevaron al inmigrante a un cuarto de seguridad, donde le "amenazaron con encerrarlo en una jaula para perros". Luego lo metieron en una camioneta y le quitaron "entre insultos" la chaqueta, los zapatos y el teléfono, para abandonarlo, veinte minutos después, en el bosque de Asse, a 15 kilómetros de la capital belga.

Los agentes pidieron entonces a Mohamed que "echara a correr", por lo que este llegó a temer que le disparasen, y acto seguido abandonaron el lugar en la furgoneta. La Policía de Asse fue alertada por una persona que encontró a Mohamed deambulando por el bosque "sin abrigo ni teléfono móvil".