Un menor que participó en 2014 en una agresión racista a un pasajero de rasgos orientales en el metro de Barcelona, que fue grabada y difundida en Internet, ha sido condenado a seis meses de internamiento en régimen cerrado y a un año de libertad vigilada.

El juez ha impuesto al menor esta condena, que ya ha cumplido parcialmente, como autor material de la agresión, al considerar que cometió un delito contra la integridad moral y una falta de lesiones.

La sentencia abre la puerta a que le sea suspendida la condena a condición de que no vuelva a delinquir y siga un programa reeducativo contra la discriminación social y el racismo. Otro menor que acompañaba al primero, presenció los hechos y se burló de la víctima, ha sido condenado a cuatro meses de libertad vigilada.

Estos dos menores se habían concertado con otro joven mayor de edad, que grabó la agresión en su teléfono móvil y la difundió en las redes sociales, unos hechos por los que será juzgado el próximo mes de enero.

En su escrito de acusación, el fiscal pide para este joven tres años de cárcel por un delito contra la integridad moral, otro contra los derechos fundamentales y las libertades públicas en su modalidad de provocación a la discriminación, al odio o a la violencia por motivos xenófobos y racistas, y de una falta de lesiones.