La acción paralizó la celebración de la misa durante dos o tres minutos, mientras los manifestantes abandonaban "voluntariamente" la iglesia, por lo que también deberá pagar los gastos judiciales.

La sentencia, que se puede recurrir al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), recoge que el acusado y sus acompañantes repartieron pasquines lanzándolos al aire para protestar por la reforma de la ley del aborto del exministro Alberto Ruiz Gallardón, y que exhibieron una pancarta desde donde se oficiaba la misa, entre el altar y los bancos, aunque "ninguno de los feligreses fue físicamente molestado".