El rapero ha sido condenado a cinco años de cárcel y 74 latigazos por promover la inmoralidad en sus canciones y hacer apología de la prostitución y la depravación entre los jóvenes, según ha publicado el diario El Mundo.

Amir Tataloo de 33 años decidió seguir viviendo en su país a pesar de que las letras de sus canciones, la publicación de sus discos y la celebración de sus actuaciones estaban prohibidas. El rapero escribe sus letras y actúa en la clandestinidad y su deseo es poder llegar a dar un gran concierto en Teherán. En los últimos años se ha mostrado a favor de políticas del gobierno con el objetivo de empatizar y ganarse su simpatía, pero ha recibido críticas de su público.

El reputado cantante fue citado a declarar el pasado 6 de agosto para para responder por los cargos que pesaban sobre él (inmoralidad y corrupción), pero en lugar de presentarse a la cita, Tataloo publicó un post en las redes sociales en el que insultaba al juez y protestaba por su citación. Tras ello ha sido detenido y encarcelado en la prisión de Evin de Teheán.