La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado de un "delito de abuso sexual y un delito leve de falta de respeto y consideración" a Manuel Muñoz, el empresario que simuló besar a Teresa Rodríguez.

Según recoge la sentencia, a la que ha tenido acceso laSexta, el empresario ha sido condenado a pagar una multa de 18.300 euros, así como una indemnización de 2.500 euros a la líder de Adelante Andalucía.

Por otra parte, el escrito apunta que ha sido absuelto del "delito contra la integridad moral y del delito de atentado de los que inicialmente fue acusado".

En cuanto al posible "recurso de apelación", la sentencia señala que podrá ser presentado ante la "Sala de lo Civil y lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía" en el plazo de diez días.

Teresa Rodríguez ya ha reaccionado al fallo de la Audiencia Provincial de Sevilla. A través de su cuenta de Twitter ha compartido la noticia, señalando que "no son bromas, no son picantonas bravuconadas del machote de turno".

La sentencia describe cómo se produjeron los hechos

Los hechos tuvieron lugar el 20 de diciembre de 2016 en la sede de la Cámara de Comercio durante un acto organizado por la Agencia EFE y presidido por Susana Díaz, entonces presidenta de la Junta de Andalucía.

La sentencia describe que una vez finalizado el evento, Teresa Rodríguez fue "invitada por la Jefa de Protocolo de la Cámara a subir a saludar". Entonces, la líder de Adelante Andalucía accedió a subir al despacho de Francisco Herrero, presidente de la Cámara.

Al salir de este despacho, Rodríguez se encontró con Manuel Muñoz, que salía de "una sala contigua junto al vocal Francisco Pérez Morón". Fue en este momento cuando se produjeron los hechos denunciados y, posteriormente, condenados en esta sentencia.

"El señor Muñoz se dirigió apresuradamente hacia ella y, de forma sorpresiva e inopinada, sin mediar palabra ni saludo previo, la rodeó por la espalda con su brazo derecho, haciéndola retroceder contra un rincón, al tiempo que aproximaba su cuerpo al de ella y le ponía la otra mano sobre la boca besando a continuación su propia mano en lo que simulaba ser un beso", recoge el escrito.

Además, el documento explica que Teresa Rodríguez, "incapaz de reaccionar tras lo sucedido, optó por abandonar el lugar de forma rápida, acompañada de la Jefa de Protocolo a quien transmitió de manera inmediata su malestar e indignación".