La Audiencia Provincial de Murcia ha condenado a quince años de prisión y cinco de libertad vigilada a un hombre que durante año y medio, “de forma persistente y reiterada”, agredió sexualmente a su hija, menor de edad, a la que dejó embarazada.

La sentencia incluye también una orden de alejamiento con la cual no podrá acercarse a menos de 100 metros de ella por tiempo de quince años, así como una indemnización a la misma de 60.000 euros por los daños sufridos.

El relato de hechos probados indica que estas violaciones se produjeron entre agosto de 2016 y enero de 2018. Además, se confirma que el acusado actuó guiado por el ánimo de satisfacer sus deseos sexuales, aprovechando que su esposa no estaba en casa por hallarse en el trabajo.

El tribunal también señala que una de las violaciones se produjo el día en el que la chica le comunicó que estaba embarazada, y justificó la agresión alegando que era una forma de conseguir que le bajara la regla.

También le dijo a la víctima que no debía decir nada de lo que pasaba entre ellos, ya que en caso contrario él podría acabar en la cárcel y la madre se quedaría sola. La sentencia apunta también a la progenitora, y explica que esta, al declarar como testigo en el juicio, comentó que cuando le dijo al acusado que la hija estaba encinta no mostró reacción alguna, y que ni se interesó siquiera por saber quién podría ser el padre.

En aquel entonces, la madre pensaba que podría ser un amigo de la chica, aunque, finalmente, ésta le comunicó lo ocurrido y se la sometió a una interrupción voluntaria del embarazo.