Asimismo, la pena incluye 10 años de libertad vigilada y la prohibición de aproximación, a menos de 500 metros, tanto de familiares de la víctima, domicilio, lugar de ocio, trabajo o cualquier otro lugar de uso frecuentado por los mismos, así como prohibición de comunicarse con ellos por tiempo de 23 años, a cumplir simultáneamente con la pena privativa de libertad y de libertad vigilada.

El procesado, que se encuentra en prisión provisional, abonará las costas del procedimiento, incluidas las de la acusación particular e indemnizará a los hijos de la anciana con la cantidad de 80.000 euros.

En el juicio, A.A reconoció haber realizado todos y cada uno de los hechos.

La sentencia considera probado que el procesado A.A, mayor de edad y con antecedentes penales, se dirigió, tapando su cara, al domicilio de la víctima, de 84 años, donde vivía sola, y logró acceder al interior escalando la pared, dirigiéndose entonces al dormitorio donde se encontraba dormida en ese momento.

Una vez allí encendió la luz y despertó a la anciana, a la que se dirigió en los siguientes términos: "¡Vengo a violarte!", a lo que ella, en estado de gran temor, respondió con gritos desesperados pidiendo socorro. La sentencia agrega que A.A abusó de ella mientras la anciana le suplicaba y rogaba que parase.