El acusado, de origen nigeriano, realizó numerosos actos de
contenido sexual sobre la hija de su pareja sentimental y llegó a forzarla,
como acreditan los informes médicos. El
tribunal ha dado total credibilidad al testimonio de la menor, que según la
psicóloga estaba "aterrorizada" por tener que declarar durante el
juicio.
La menor no era hija biológica del acusado pero le llamaba "papá" y se quedaba a cargo de la menor debido a las estancias prolongadas fuera
de Mallorca de la madre, que fue quien denunció los hechos después de que la
víctima se lo contara. El acusado negó
haber abusado de su hijastra y aseguró que la madre había preparado a la menor
para que declarara contra él, hipótesis que el tribunal considera sobradamente
descartada.
El hombre también quiso dar a entender que otra persona
podría haber sido autor de los abusos, otro aspecto que los magistrados han
rechazado.