La sentencia por
asesinato se produce después de que el jurado popular le declarara culpable de
asesinato con las agravantes de alevosía y parentesco, y el condenado deberá
indemnizar con 400.000 euros a los dos hijos y a la madre de la víctima.
El crimen se cometió
durante una discusión, y el emparedamiento fue en el cuarto de contadores del
edificio en el que vivían en Torrevieja. La sentencia contempla las agravantes
de alevosía y parentesco, y le impone una indemnización de 150.000 euros para
cada uno de los dos hijos que tenía con la víctima, y de 100.000 euros para la
madre de ésta.
La pareja, que llevaba
15 años de convivencia entre Chile y España, había fijado su domicilio en
Torrevieja, donde vivían con sus dos hijos, de 12 y 6 años. Como relata la
sentencia, en junio de 2016 y durante una discusión, el condenado acorraló a la
víctima, la agarró del cuello y la asfixió para, posteriormente, bajar el
cadáver hasta el portal y meterlo en un hueco del cuarto de contadores, que
cubrió con cemento y ladrillos.
El proceso le costó
varias semanas, en las que distribuyó ambientadores en la zona para disimular
el olor de la descomposición. Según explica la resolución, la pareja discutía
frecuentemente durante el último año de convivencia, y la víctima tenía la
intención de volver a Chile por la situación insostenible y el miedo que le
tenía al condenado.