A un lado, la carretera sin asfaltar; al otro, la vía está totalmente asfaltada. El límite lo marca la casa de Alfonso Ríos, concejal de la oposición.

“Pararon allí y dejaron este pedazo sin asfaltar. Como yo soy concejal de la oposición me dejaron así a mí más las tres casas siguientes”, ha explicado Alfonso Ríos, concejal de BNG en Sobrado.

La operación de ‘asfaltado interruptus’ ha generado malestar en este municipio de tan solo 2.000 habitantes. Tanto Alfonso como sus vecinos han tenido que ver cómo el nuevo asfalto se paralizaba justo delante del bar que regenta su tío.

“El señor alcalde le echa la culpa a los obreros y eso no es verdad. Ellos no hacen nada sin que se lo digan”, ha señalado el concejal Ríos.

Tras observar la situación, laSexta Noticias ha conseguido hablar con el alcalde del municipio. Éste explica que, si un tramo de la carretera estaba sin asfaltar, era debido al ritmo de las obras. Sin embargo, acto inmediato, los obreros han comenzado a asfaltar la parte que quedaba.

A buen ritmo, se reanudó la reforma, extendiendo la mancha negra del asfalto por toda la vía comarcal. El alcalde popular Jacobo Fernández no ha querido atender a las cámaras de este medio. Por teléfono, insiste en que él no ha tenido nada que ver.

“No hay problema ninguno. Lo que pasa es que los políticos no tienen paciencia”, ha señalado José Antonio Miguel, jefe de la obra.

Ésta ha sido la gota que ha colmado el vaso de unos vecinos que llevan más de diez años exigiendo mejoras en el firme.

“Polémica ninguna. Lo que necesitamos son unas buenas carreteras porque pagamos impuestos”, ha considerado José Sánchez, vecino de Sobrado. Sabino, otro residente del municipio, asegura que, a causa del mal estado de las vías, asegura que “tengo que volver a arreglar el coche, no me pasa la ITV”.

Hartos de ser atendidos sólo en campaña electoral, no creen en las casualidades que dejan sin asfaltar precisamente la entrada de quien se ha destacado en las protestas.