El nuevo año escolar comienza y los padres tienen que para pagar nuevos libros porque los del curso pasado no sirven. Tras cuatro años, la ley educativa ha cambiado y madres como Gracia tienen que hacer una inversión de unos 180 y 250 euros, para libros de Primaria y Secundaria respectivamente, adaptados a la nueva normativa.

Pero desde la Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos advierten: "Los padres no estamos obligados a comprar los libros adaptados a ninguna ley, porque ninguna ley obliga a que los libros se tiren y se tengan que volver a hacer nuevos, los contenidos no son tan novedosos".

Además, recuerdan que muchas familias no disponen de recursos económicos para afrontar estos gastos. "Una de cada tres familias tiene problemas económicos serios para poder adquirir los materiales que los centros exigen".

Sin embargo, desde la Asociación Nacional de Editores de Libros educativos argumentan que ellos solo adaptan los materiales a la nueva ley. "Nosotros no hacemos nada más que respetar la normativa y por eso adaptamos los recursos didácticos a las nuevas leyes".

Pasan la pelota del gasto a la Administración, dicen que debería ayudar más a las familias. "La Administración tiene que atender a las familias que tienen una renta mínima o baja".