Compositor, pintor e ingeniero informático. Najuzaith Zahell llevaba una vida tranquila en España hasta que se topó con su asesino en Grindr: una red social frecuentada por homosexuales.

Se presenta con la apariencia de un catálogo y las fotos de perfil de los usuarios ordenados por cercanía. Apenas hay datos personales, por eso las citas son rápidas y sin compromiso.

Najuzaith utilizó Grindr la noche del crimen, quedó con alguien en su piso de Madrid y a la mañana siguiente apareció muerto con 20 puñaladas. Un asesinato cruel y cometido con ensañamiento.

Sus amigos aseguran que llevaba una vida normal, no tenía deudas ni enemistades, por eso no entienden quién pudo asesinarle con tanta brutalidad.

Los investigadores sospechan que el asesino pudo ocultarse detrás de esta red social. Dos meses después la Policía busca al asesino y el arma con la que se cometió el crimen.