Los investigadores del crimen de Marta Calvo dudan de la veracidad de la versión que Jorge Ignacio dio a la Guardia Civil al entregarse. Él aseguró que, tras una muerte accidental de la joven, descuartizó el cuerpo y lo arrojó a varios contenedores diferentes de la provincia de Valencia.

Todo eso, según su versión, sucedió en la vivienda de la localidad de Manuel donde la joven envió su último rastro de vida. Lo cierto es que en esa casa los investigadores no encontraron restos de sangre, ni siquiera tras levantar parte del suelo, y tampoco se apreció un consumo de agua compatible con la limpieza de esos restos biológicos.

Este martes, el presunto asesino sale de la cárcel de Picassent para acompañar de nuevo a los investigadores en un examen más minucioso en la casa de Manuel: allí la Guardia Civil examinará con luminol el baño y el desagüe de la casa en busca de alguna prueba.

Según informa 'Las Provincias', a pesar de ello, los investigadores no descartan que Jorge Ignacio haya podido ocultar el cuerpo de Marta Calvo en un lugar diferente al que especificó en su confesión. Una estrategia que habría podido utilizar en su propio beneficio: si no hay cadáver nadie puede contradecir su versión de muerte accidental.

Además, la Guardia Civil también investiga si el presunto asesino pudo haber recibido ayuda de otra persona para deshacerse del cadáver. De hecho, la geolocalización de su teléfono móvil ha posibilitado a los agentes saber su posición en las horas posteriores al crimen.

A pesar de que él declaró que estuvo escondido en casas abandonadas, los investigadores sospechan que podría haber encontrado cobijo en la casa de otro delincuente relacionado con las drogas.

Este lunes , el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil integrado por seis personas con capacidad para buscar en ríos, embalses y pozos se ha sumado a la búsqueda del cuerpo de la joven Marta Calvo. La labor se desarrolla en las inmediaciones del pueblo valenciano de Manuel y en el vertedero de Dos Aguas.

Casos similares a los de Marta Calvo

Además del caso de Marta Calvo, la Policía Nacional sospecha de que Jorge Ignacio P.J. podría estar implicado en dos muertes ocurridas en el barrio valenciano de Ruzafa, una mujer brasileña que falleció el pasado mes de abril y otra de origen colombiano que murió en junio.

En relación con el caso de abril, este hombre fue detenido e investigado; la causa judicial fue sobreseída tras conocer el juez que el fallecimiento de la mujer se debió a una sobredosis de cocaína, si bien la semana pasada fue reabierta.

Asimismo, la Policía ha recibido dos denuncias de mujeres que sufrieron una situación similar a la que aparentemente padecieron las fallecidas -posiblemente forzadas a consumir o a realizar juegos sexuales con cocaína-, y una sexta mujer ha comunicado a la Guardia Civil hechos similares, han informado recientemente fuentes de la investigación.

Por estos motivos, la búsqueda de casos similares se ha extendido a otras provincias en las que pudo haber residido el autor confeso de la desaparición de Marta Calvo.