El compañero de piso del detenido por el ataque a dos iglesias en Algeciras (Cádiz) ha asegurado que Yassine Kanjaa veía a todo el mundo como "infiel" desde que empezó a cambiar hace dos meses.

Con el rostro cubierto, Ayman relata ante las cámaras de laSexta que en los últimos tiempos convivir con él se había convertido en un infierno, era "muy radical" y que no saben si detrás de él hay alguien "comiéndole el coco".

Un cambio que se produjo en apenas unos meses, explica, porque cuando lo conoció "era un muchacho normal, agradable, educado, risueño". Pero últimamente, añade, había cambiado por su Dios. "Dejó de beber, fumar" y no se relacionaba con los compañeros de la casa, revela Ayman.

Sobre el momento en el que llegó detenido junto a la Policía para el registro de la vivienda, su compañero de piso explica que se le veía contento y que incluso le dijo a su compañero de habitación que había hecho "lo que tenía que hacer".

"Empezó a rezar. Se dejó la barba y empezaba a hablar de cosas que no tenían sentido. Hablaba del demonio, de Dios", ha dicho este mismo compañero en declaraciones a TV3.

Los investigadores de la Policía han hallado unos pendrives con contenido yihadista en el registro de la vivienda de Yassine K, el detenido por el ataque en el que mató a un sacristán e hirió a varias personas, y el juez lo relaciona con el salafismo yihadista.

Por su parte, la Comisión Islámica de España (CIE) ha condenado "enérgicamente" el ataque y ha pedido una convivencia en paz y libre de odio.

En declaraciones a la misma cadena, el padre Rubén Vargas, de la parroquia de Nuestra Señora de La Palma, ha afirmado que se había quedado charlando con unas feligresas fuera de la parroquia cuando el detenido perpetró el ataque, pese a que normalmente se quedaba charlando con el sacristán asesinado. "Es una pesadilla en la que eres consciente de que hay algo pero no te lo crees. El resumen de todo es terror", ha dicho el sacerdote, que ha añadido que él era el objetivo del ataque.