Nutrición, cosmética, menaje del hogar o tecnología son de los productos más vendidos con el sistema de venta directa. Algunas tiendas online utilizan este sistema para dar a conocer sus productos y que los clientes puedan probarlos antes de comprarlos.

Un ejemplo es el 'tupper baby', una iniciativa pionera en España. El gasto en un bebé durante su primer mes de vida asciende a casi 2.000 euros, según FUCI (Federación de Usuarios Consumidores Independientes), pero se puede llegar a los 2.500 euros si se compran cosas no imprescindibles.

Fernando Megía explica en qué consiste el 'tupper baby': "La idea surge porque la gente quiere probar los productos y el hecho de que nosotros seamos una tienda online no quiere decir que no podamos ofrecer ese servicio a nuestros clientes".

En estas reuniones se descubren productos difíciles de encontrar en España, como el biberón autocalentable. Gadgets muy útiles para el cuidado de los más pequeños.

Para las madres, las ventajas de esta forma de comprar son todas, ya que, según Silvia García, cliente del tupper baby, "te dedican todo el tiempo a ti y no te sientes violento como si entras a una tienda y de pronto llega otro cliente".

La comodidad del cliente y el ahorro de costes para el profesional son los principales factores de la venta a domicilio. En sectores como la cosmética, la crisis ha vuelto a poner de moda el servicio de estética en casa.

Virginia Ortega, esteticista a domicilio, explica que a ella siempre le ha dado "pereza" salir a hacerse cosas y cree "que es más cómodo y más personal".

Ese trato personal y la reducción de costes han hecho que los profesionales dedicados a la venta directa hayan aumentado en más de un 40% en los dos últimos años.