El tren descarrilado hace una semana en Madrid, entre las estaciones de Atocha y Chamartín sigue en el mismo sitio. No han podido sacarlo aún de las vías y no va a ser fácil quitarlo. Implica tiempo y además reprogramar viajes de otros trenes.
Una semana después del caos el tren sigue sobre la vías que unen Chamartín y Atocha. Se esperaba que la extracción fuese este fin de semana, pero finalmente no ha sido así. "No es una operación sencilla. La abertura del túnel dificulta el poder actuar", ha explicado Rafa Escuchero, portavoz del Sindicato Ferroviario.
Hay dos opciones: la primera, cortarlo y sacarlo por partes, la cual es la menos probable. La segunda levantarlo y que salga. Y ahí, hay otras dos opciones. El propio Escuchero ha asegurado que "una vez que está encarrilarlo ver la opción de sacarlo remolcado con otro vehículo" y que "si no hay posibilidad de encarrilarlo tendrán que montarlo con los gatos encima de Diploris".
Los Diploris son unos elementos de via que encajan en los carriles, como si fueran plataformas moviles portátiles. Un operativo del que se encargarán dos equipos: la Brigada de Socorro de Renfe, hasta que salga del tunel; y después, un equipo de mantenimiento de ADIF para valorar el estado de la infraestructura.
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La operación necesitará tiempo, al menos un fin de semana entero. Lo que obligará a reprogramar trayectos. "La incógnita que queda sin resolver de momento es por qué ese vehículo se desacopló del que lo remolcaba", ha apuntado el portacoz del Sindicato Ferroviario. La investigación ya ha comenzado y se han adelantado algunos detalles que confirman que hubo un fallo de tracción, lo que provocó el descarrilamiento y dejó a más de 17.000 pasajeros afectados.
La imagen de la desolación
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"Esto no es Paiporta, esto es una desolación", ha declarado la alcaldesa sin poder contener las lágrimas. "Estoy segura de que lo vamos a sacar adelante, pero no sé ni cómo, ni cuándo. No vamos a parar hasta que Paiporta vuelva a ser lo que ha sido siempre".