Su nombre científico es Solenopsis invicta, aunque su nombre común es hormiga roja de fuego. Se trata de una de las más de 280 especies de hormigas Solenopsis, procedente principalmente de Sudamérica y considerada una plaga en el sur de Estados Unidos. Ahora, según un estudio estudio liderado por el Instituto de Biología Evolutiva (IBE) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Pompeu Fabra (UPF) publicado por la revista 'Current Biology', este pequeño insecto podría llegar a España, después de que los investigadores hayan identificado 88 nidos en varias zonas de Siracusa, en la isla italiana de Sicilia.

Invasora, agresiva y peligrosa: así la definen los expertos. De hecho, uno de sus grandes peligros para el ecosistema radica precisamente en su agresividad, ya que hace que otras especies de hormigas, en su hábitat natural, se acaben desplazando a otras zonas, al competir por un mismo nicho ecológico. Pero además, supone un peligro para la salud humana, ya que su picadura es peor que la mordedura de una hormiga común.

¿Dónde se puede encontrar la hormiga roja de fuego?

Según el estudio publicado, la mitad de las áreas urbanas en Europa serían aptas para su establecimiento, como en el caso de Barcelona, Madrid, Roma o París, urbes donde el estilo de vida de las personas podría verse afectado por la abundancia y agresividad de la hormiga roja de fuego. Ello se suma a que las ciudades costeras del Mediterráneo, altamente conectadas por puertos marítimos, son las más adecuadas para esta hormiga, lo que favorecería su propagación. Por otro lado, con las predicciones del cambio climático, la situación empeoraría gravemente ya que una mayor parte de Europa sería adecuada para la especie.

Tal y como recoge el Ministerio para la Transición Ecológica en su catálogo de especies exóticas invasoras, esta hormiga habita en regiones cálidas y áridas, pero puede vivir en diferentes tipos de hábitats. Sus nidos suelen encontrarse en áreas abiertas y soleadas, como césped, prados, en carreteras o campos de cultivo abandonadas. Aunque no es habitual, también pueden encontrarse en el interior de infraestructuras o en troncos de árboles.

En áreas infestadas, las colonias son comunes en céspedes, jardines, patios de colegios, parques, bordes de carreteras y campos de golf.

Cómo diferenciar a la hormiga roja de fuego

Dentro de la especie, hay diferentes tipos de hormigas rojas de fuego. Las hormigas obreras son pequeñas, con tamaños que van desde 1,5 a 5 milímetros, son polimórficas y tienen un color marrón rojizo, con el abdomen negro. Pero también existen hormigas reinas y machos, ambas de mayor tamaño y con alas.

Desde la empresa de control de plagas malagueña Plagiser señalan que su aspecto "no es muy distinto al de la hormiga común". Son muy parecidas, en tamaño y forma, aunque la principal diferencia está en el color: la hormiga roja de fuego suele tener tonos marrones, mientras que las hormigas comunes suelen ser más oscuras o negras.

Vista lateral de una obrera de Solenopsis invicta, también conocida como hormiga roja de fuego

Este tipo de hormigas tiene una mandíbula conformada generalmente por cuatro dientes, unas antenas con 10 segmentos que terminan en una maza de dos segmentos y un aguijón "bien desarrollado". En la memoria técnica del ministerio, indican que este aguijón es "funcional", con el que "puede propiciar una potente picadura".

Cómo es la picadura de la hormiga roja de fuego

La picadura de este tipo de hormiga, bastante agresiva, puede provocar fenómenos alérgicos. Su picadura es bastante potente a nivel individual, pero desde la Universidad de Mississipi apuntan que suele atacar en masa, por lo que es habitual encontrarse con picaduras de varias a la vez.

El veneno de este tipo de hormigas está compuesto, en su gran mayoría (95%) por alcaloides y es "extraordinariamente complejo", según indican en un estudio publicado en 2021 en 'Science Direct'. Su actividad necrotóxica es muy potente, y puede provocar síntomas que van desde un simple dolor hasta pústulas blancas, que suelen aparecer un día después de la picadura.

El resto de componentes del veneno es una solución acuosa de proteínas, péptidos y otras pequeñas moléculas, que producen reacción alérgica en personas hipersensibles. Normalmente, la hormiga se adhiere a la piel utilizando sus dientes pero el veneno lo expulsan a través del aguijó, por lo que se puede decir que las hormigas rojas de fuego muerden y pican a la vez, aunque el dolor y las pústulas son reacción directa del veneno, no de la mordedura.

Síntomas de la picadura de la hormiga roja

El síntoma más leve es el dolor, si bien pueden aparecer otros. Según el departamento de Salud de la Universidad de California, el primer síntoma es el dolor punzante de la picadura, seguido de una sensación de ardor en la piel, provocado por el veneno. La zona alrededor de la picadura se inflama rápidamente y se llena de protuberancias rojas, que generan picor. Tras varios días, estos pequeños bultos se convierten en ampollas llenas de líquido.

Los efectos iniciales de la picadura pueden reducirse con antihistamínicos, aunque poner compresas frías o hielo sobre la picadura también puede aliviar tanto el dolor como la hinchazón. En la mayor parte de los casos, la hinchazón sólo afecta a la zona de las picaduras y desaparece en pocos días. Sin embargo, en casos de hipersensibilidad la picadura de este tipo de hormiga puede provocar una reacción alérgica grave, que va desde dificultad en la respiración, sudoración excesiva, náuseas, urticaria, debilidad, hinchazón de los ojos o de la cara, dificultad para hablar o dolor en el pecho.