El huevo es el principal vehículo de la salmonela, el riesgo está en comerlo crudo. Las tortillas melosas o en huevos fritos con la yema poco hecha pueden contener la bacteria. Por eso los expertos recomiendan cocinar a más de 80 grados, así se mata la salmonela y se evitan intoxicaciones.

"Las cáscara del huevo suele ser la que está contaminada, en el momento que abrimos el huevo, por arrastre esa bacteria llega al contenido", explica Francisco José Rodríguez del servicio de Medicina del Hospital NISA Aljarafe

También hay que llevar especial cuidado con la leche y los quesos sin pasteurizar y las carnes de ave. La inmensa mayoría de los pollos contiene la bacteria en sus intestinos. Las granjas y los mataderos deben seguir estrictas normas de seguridad para evitar contagios. Pero por precaución se desaconseja comer carne cruda.

Cómo se manipulen esos productos en la cocina también es importante. Hay que evitar mezclar alimentos cocinados con alimentos crudos. Según los microbiólogos esta contaminación cruzada es la que produce el mayor número de casos de salmonelosis.

Es muy importante no romper la cadena del frío una vez que los productos estén cocinados.  Y aunque suena a tópico, hay que tener una estricta higiene en la cocina. Antes de ponerse delante de los fogones conviene lavarse bien las manos con jabón.