Todo el mundo sabe que hay quien espera determinadas fiestas, o todas, por las viandas y dulces típicos que se degustan en ellas. Los fanáticos de la Navidad, con el turrón; los madrileños castizos de San Isidro, con sus barquillos y rosquillas; y en Semana Santa, el plato estrella son las torrijas. Pero además de estas delicias, la Semana Santa comparte con el Carnaval otro postre bastante tradicional: la leche frita.

Mientras esperamos a que llegue la Semana Santa de 2024, que está a la vuelta de la esquina, podemos ir pensando en cómo tenemos que tener el pan para preparar unas torrijas perfectas, pero también podemos sacar papel y boli, colocarnos el delantal y ponernos manos a la obra para cocinar este postre tan propio de nuestra tierra.

La leche frita es un dulce tradicional español que combina una sencilla elaboración, ingredientes asequibles y fáciles de conseguir y un resultado espectacularmente cremoso. Hay muchas variedades y toques locales que dan a la leche frita una personalidad distinta según las regiones donde la degustemos, pero aquí os vamos a explicar cómo hacer la leche frita con la receta tradicional.

Ingredientes para hacer leche frita

La leche frita es un dulce de textura suave por dentro y crujiente por fuera. A continuación, detallamos cómo preparar este delicioso postre siguiendo la receta tradicional.

Ingredientes para hacer leche frita:

  • 1 litro de leche
  • 120 g de azúcar
  • 120 g de maicena
  • La piel de un limón (solo la parte amarilla para evitar el amargor que le da la parte blanca)
  • La piel de una naranja (solo la parte naranja)
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
  • 1 ramita de canela

Ingredientes para el rebozado y la fritura de la leche frita:

  • 3 huevos
  • 50 g de harina de trigo común
  • Aceite para freír (el de oliva le dará más sabor y el de girasol hará una fritura más neutra)
  • Azúcar y canela en polvo para espolvorear al final

Cómo preparar leche frita, paso a paso

1.Infusiona la leche: comienza calentando la leche en una olla a fuego medio. Añade el azúcar, la ramita de canela, las pieles de limón y naranja, y la vainilla. Remueve para disolver el azúcar y evitar que la leche se pegue. Una vez que esté caliente (sin llegar a hervir), retira del fuego y deja que las especias infundan durante unos minutos.

2.Espesa la mezcla: mientras la leche se infunde, disuelve la maicena en un poco de leche fría en un bol aparte. Cuela la leche caliente para retirar las pieles y la canela, y reincorpórala al fuego. Añade la mezcla de maicena disuelta y sin grumos, removiendo constantemente a fuego lento hasta que la mezcla espese y adquiera una consistencia cremosa.

3.Enfría: una vez espesada, vierte la mezcla en un molde previamente engrasado o cubierto con papel de cocina para facilitar su desmolde. Deja que se enfríe a temperatura ambiente y luego refrigéralo durante al menos 3 horas, o hasta que esté completamente firme.

4.Forma y rebozado: una vez que la mezcla esté firme, desmóldala y córtala en cuadrados o rectángulos. Prepara los huevos batidos en un bol y la harina en otro. Pasa cada pieza primero por harina y luego por huevo batido.

5.Fríe: calienta abundante aceite en una sartén a fuego medio-alto. Cuando esté bien caliente, fríe las piezas rebozadas hasta que estén doradas por ambos lados. Es importante no sobrecargar la sartén para que la temperatura del aceite no descienda y las piezas se frían de manera uniforme.

Una vez fritas, colócalas sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite. Mientras aún están calientes, espolvoréalas con una mezcla de azúcar y canela al gusto.

La leche frita se suele servir caliente o tibia, destacando su exterior crujiente contrastando con el interior suave y cremoso.