La conservación de un alimento es lo que va a determinar que el plato no haya sido invadido por la bacteria de la salmonella. Una intoxicación que aparece en escena poco tiempo después de haber comido el alimento afectado.

"La salmonelosis es una intoxicación invisible. Ni huele mal, ni sabe raro, ni textura diferente", explica Rubén Bravo, portavoz de Instituto Médico Europeo de la Obesidad.

¿Cómo se detecta? Es simple: "Los síntomas de la salmonelosis son generales e inespecíficos: vómitos, dolor intestinal y diarrea", explica Javier Lizarraga, jefe del departamento digestivo de Manises. En conclusión, los síntomas son como los de una gastroenteritis.

En Europa se registran al año 40.000 casos y 3.300 salmonerosis. No obstante, estas cifras no son solo de intoxicaciones en restaurantes. Una de cada tres personas se intoxican en su propia casa.

Los consejos que se deben seguir para no caer enfermo son los siguientes:

- Refrigerar bien los alimentos entre uno y cinco grados.

- Evitar la exposición de los alimentos a temperaturas elevadas.

- Lavar bien los alimentos, sobre todo, frutas y verduras antes de comerlas.

Es importante seguir estos consejos con alimentos que contengan huevo, leche o pescados o carnes crudos.

Un caso reciente es el de Albert Rivera, líder de Ciudadanos, que continúa hospitalizado tras una gastroenteritis aguda provocada posiblemente por una salomonelosis.