Que bebés y familias se sientan como en casa, aunque sea en los Cuidados Intensivos de un hospital. Ese es el objetivo de los 'apartamentos' que el Vall d'Hebron ha creado en la UCI de neonatos para que los padres puedan estar cerca de sus hijos prematuros o con alguna enfermedad.
El jefe del servicio, el doctor Félix Castillo, precisa que este nuevo espacio lo forman "habitaciones en las que hay una monitorización" constante de los niños, que "necesitan ese cuidado y tratamiento", pero también "una zona familiar en la que la madre y el padre están cómodos".
El pequeño Santi es uno de los 'inquilinos' de esta UCI neonatal tan especial: nació a las 33 semanas de gestación y pesó solo un kilo y medio. Allí, además de la parte medicalizada, sus padres cuentan con un sofá cama, un sillón reclinable, armario para pañales y una nevera. Se trata de un espacio constantemente vigilado, sin ruidos y con una iluminación que se regula para mayor intimidad.
Las habitaciones como esta facilitan que los padres se impliquen más en el cuidado de sus hijos. Allí, pueden estar 24 horas al día dándoles mimos y cariños, en un ambiente relajado donde, según explica Gabriela, madre de Santi, están "más tranquilos". "Es mucho más cómodo, lo que hacemos es piel con piel", detalla. Un contacto que, según explica el doctor Castillo, "facilita no solo la lactancia, sino la tranquilidad del niño".
Algo que acelera el desarrollo: después de tres semanas, Santi ya roza los dos kilos y pronto podrá cambiar esta habitación por la que, con mucho amor, le han preparado sus padres en casa.