España se prepara para recibir agosto con un brusco cambio de temperaturas que se empezarán a notar desde este mismo fin de semana. Este vienes llega a nuestro país una nueva masa de aire polar a razón de la borrasca Evert, nombrada así por el servicio meteorológico de Reino Unido 'Met-Office'. Una tormenta que empuja el aire más tórrido africano hacia el este el sábado y el domingo hacia el interior del Mediterráneo y deja en avisos a hasta 13 provincias en España.

Además, la lluvia y las tormentas cogen protagonismo en el norte y sobre todo en el noreste de la península. En este sentido, se prevén incluso tormentas fuertes, granizo, viento y posibles inundaciones o crecidas rápidas en cauces secundarios o principales de algunos puntos del país. Tormentoso y lluvioso desde hoy mismo en el Cantábrico, el viento del norte hará que bajen las temperaturas hasta entre cuatro y diez en el centro y norte.

Lloverá sobre todo en Asturias y en Cantabria por la tarde. En el resto se esperan chubascos, también en el este puntuales. Llega el sábado y bajan las temperaturas en todo el país, hasta ocho o diez grados. Este día hay que prestar especial atención a las tormentas en Aragón, Cataluña, la mitad norte y centro de la Comunidad Valenciana, la zona noreste de la Comunidad de Madrid, el sureste de Castilla y León, el noreste de Castilla-La Mancha y quizá, por la noche, en Baleares.

El domingo, día 1, agosto arranca más fresco de lo habitual, entre cinco y diez grados por debajo de la media. Pero no se queda ahí. Además, llega una borrasca a Galicia que dejará lluvia, sobre todo en el sur de la comunidad, y será el motor de disparo para el episodio de tormentas del lunes. Mientras en España nos esperan estas temperaturas de cara al fin de semana, la situación es muy distinta en el resto de Europa.

Estos días se espera en Grecia una temperatura mínima de 32,7 grados. Las próximas semanas serán las más calurosas de la historia europea: a partir del lunes, 45 grados se podrían alcanzar en Grecia. La estación de NOA (Universidad de Atenas) registró una temperatura mínima de 24 horas de más de 32,7 grados el 29 de julio, lo que le lleva a ser, posiblemente, el mínimo de 24 horas más alto en Grecia y a solo 0,5 grados de la temperatura mínima más alta de Europa en julio.