El jefe que aparece en las imágenes indica a los trabajadores que muerdan los peces "hasta que se rompan" y, más tarde, se les puede ver bebiendo una sustancia que, según publica la cadena Sina, es sangre de pollo, lo que hizo vomitar a la mayoría de los empleados.

Según Beijing News, el jefe de la empresa confirmó los hechos, y declaró que la mayoría de las personas que aparecen en el vídeo se habían presentado como voluntarios para participar.

Los empleados castigados por no llegar a los objetivos establecidos son encargados de las tiendas de un centro comercial de la compañía especializadas en la venta de hardware y material de construcción.

Las leyes laborales de China prohíben cualquier forma de humillación a los empleados y la aplicación de castigos corporales; por lo tanto, este incidente se está investigando por las autoridades correspondientes, tal y como cuenta el Asiaone.