Hasta que han abierto las puertas de la vivienda no se lo creían. A partir de ahora podrá dormir en una cama. Gracias a la colaboración ciudadana y a que una inmobiliaria les ha cedido, de forma gratuita, una vivienda donde poder vivir. El barrio entero se ha volcado con ellos, llevándoles comida, agua y café caliente. Además, han abierto un crédito en un supermercado para que compren todo lo que necesiten.

Durante las últimas tres semanas, vivían en la parte de atrás de una camioneta, con dos colchones y un hornillo. Lo único que les importa es el estado de salud de su hija, ingresada en el hospital de Granada, con un cáncer de riñón en estado muy avanzado. Es el único centro sanitario donde pueden operarla.

Dicen que nunca podrán olvidar el cariño y apoyo de los granadinos, pero ahora lo único que les preocupa es la complicada operación de su hija Mari Carmen.