"Coge mi mano", fueron las últimas palabras de Simon Pearson, un padre de 47 años, a su hija Lily, de diez años, antes de morir ahogado mientras la madre observaba impotente desde la orilla, pues no podía hacer nada.

Los bañistas cuando se percataron de la gravedad de la situación, intentaron auxiliar a la familia. Consiguieron rescatar a la pequeña y al abuelo que también estaba en el mar, según informa el diario 'The Sun'.

Emma, de 43 años, madre de Lily, declaró que su hija le dijo que la única palabra que Simon pronunció fue "coge mi mano". "Él estaba luchando por salvarme", dijo la pequeña.

"Nunca olvidaremos lo que hizo para salvar a su hija", cuenta Emma sobre su marido.