Con gorro, calzas, bata de hospital y una gran sonrisa va un niño en coche al quirófano. Es la iniciativa de varios hospitales para pequeños que tienen que operarse: "Que pierdan el miedo porque asocian con hospital con que les hacen daño, eso tiene que desparecer", asegura Susana Rey, pediatra UCI del Hospital de Santiago.

Salen desde el garaje, en su habitación, y hace todo un circuito por los pasillos. Estos coches suenan como los de verdad. Una medida que hace menos traumático el trance a los pequeños, y a sus familias. "Tratamos a niños a familias, cada familia tiene detrás una serie de vivencias que condiciona actitud ante el problema que tienes", explica Rey.

Se trata de velar por la salud y el bienestar de los pacientes, una experiencia que conoce bien Óscar. Su bebé de solo cuatro meses ha pasado la mitad de su vida ingresado: "La relación que llevas con los doctores que pasan diariamente y las enfermeras que cuidan a tu chico es más cercana".

La unidad del Hospital de la Paz en la que está su pequeño tiene solo 10 habitaciones. Todas han sido renovadas para hacerlas más acogedoras. Los menores y sus familias reciben un tratamiento individualizado.

En la actualidad tres de cada diez niños con cáncer no responde al tratamiento. Por eso aquí un equipo multidisciplinar trabaja mano a mano para que esa minoría también pueda recuperarse, con el mejor tratamiento médico y también el más humano.