Según ha avanzado el delegado de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Diego Sanjuanbenito, pagar con el teléfono móvil el parquímetro será posible a mediados del año 2014, y su preció variará según el nivel de ocupación de la zona y la tecnología del vehículo.

Además, el sistema incluirá bonificaciones o penalizaciones que aplicará al precio del parquímetro en función de las emisiones de óxido de nitrógeno que emita el vehículo, de acuerdo con la normativa de homologación europea.

"Nuestro cálculo es que el 70 por ciento de los coches que circulan por Madrid pagarían igual o menos de SER", apunta Sanjuanbenito.

Después de contactar con los fabricantes de automóviles "para adaptarse a la realidad", el Ayuntamiento establecerá cinco categorías de vehículos. Con dos de ellas se obtendrán bonificaciones, con una de ellas las tarifas quedarán como hasta ahora y con las dos restantes se producirán penalizaciones. Los importes aún no están decididos, como ha apuntado Sanjuanbenito, ya que las tarifas se incluirán en las ordenanzas fiscales, que se aprueban a final de año.

Con el SER inteligente cada coche pagará su estacionamiento en superficie teniendo en cuenta no sólo la zona, el tipo de plaza y el tiempo sino dos nuevos criterios: la tecnología del vehículo y el nivel de ocupación del punto de la ciudad donde se aparque.

En la nueva ordenanza, como han adelantado fuentes municipales, se incluirá la posibilidad de prolongar una hora el estacionamiento, es decir, pasar a dos en el caso de zona verde y a tres en la azul.

Para hacer posible este salto tecnológico, a los parquímetros se les irá dotando de un teclado alfanumérico en sustitución del actual de letras y números en una sola tecla. Una pantalla guiará de forma intuitiva al conductor sobre los pasos a seguir.

La inversión prevista es de 884 millones de euros e implica, en palabras de la alcaldesa, Ana Botella, un ahorro a las arcas municipales de 8,6 millones de euros al año y un total de 103 millones durante los doce años de vigencia del contrato.

Botella ha apuntado que con este modelo de contrato integral se busca "asegurar la calidad en los servicios, una mayor eficiencia en la contratación, ahorros por sinergias y economías de escala y reducir el gasto por la gestión unificada de los contratos". Asimismo, la alcaldesa ha hecho especial énfasis en la apuesta por la "máxima transparencia" al eliminar cualquier criterio subjetivo.