El Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses ha alertado de la existencia de una partida de cocaína adulterada con atropina. Se trata de la droga que acabó con la vida de dos personas en Cáceres el pasado agosto y que provocó 15 intoxicaciones.

Según explica el organismo, el consumo de cocaína mezclada con atropina puede producir una "muerte súbita" y advierten de que "la cocaína aumenta los niveles de noradrenalina, serotonina y dopamina (neurotransmisores naturales) lo que produce, entre otros efectos, el estrechamiento súbito de los vasos sanguíneos y el aumento de la frecuencia cardiaca".

En esta línea señalan que, "dependiendo de la dosis administrada", puede generar "arritmias, fibrilación ventricular, infarto de miocardio, infarto cerebral y convulsiones".

La atropina, por su parte, es un alcaloide extraído de ciertas plantas solanáceas y aunque "en dosis terapéuticas se puede usar como antídoto de ciertas intoxicaciones o para la reanimación cardiopulmonar", en dosis altas "produce taquicardia, taquipnea, hiperpirexia, alucinaciones, ataxia o reacciones psicóticas". Además, en "casos de toxicidad extrema", puede producir "colapso circulatorio secundario, insuficiencia respiratoria, parálisis o coma".

La mezcla de ambas sustancias es "muy peligrosa" y una intoxicación aguda puede producir "la muerte súbita" debido a que los efectos cardiovasculares y respiratorios producidos por la cocaína "se ven multiplicados por la atropina".

El INTCF recuerda que en el año 1997 ya se produjo una intoxicación de similares características en Madrid y entre 2004 y 2005 se notificaron varios casos de intoxicaciones en Bélgica, Francia, Italia y Países Bajos.

Así narraron los vecinos las alucinaciones provocadas por la droga

Varios audios de WhatsApp que circularon entre los vecinos de Coria, en Cáceres, tras las intoxicaciones describieron los supuestos efectos secundarios que habrían experimentado algunas de las personas que habían consumido esta droga. Incluso se escuchan algunos relatos en primera persona: "Me metí dos rayas, yo y dos colegas. Y si vieras cómo nos poníamos... Uno veía alucinaciones, en el coche decía que veía a gente en la calle, en la carretera. Otro se puso a trabajar en su casa, y es camarero", reza uno de los archivos.

En todos ellos se describen situaciones supuestamente esperpénticas por las que los consumidores de esta cocaína habrían llevado a cabo actos inexplicables. Un hombre relata que uno de los que habían tomado la droga "le dio por rajarse la cara", mientras otro describe que, cuando llegó la policía a su casa, "estaba desnudo y con toda la casa destrozada".