Casi el cien por cien de los abortos que se han producido en los últimos cuatro meses serían ilegales con la nueva reforma de la ley del aborto. De hecho, seis de cada diez mujeres tendrían que irse a otro país. Los datos los han dado las clínicas acreditadas: aseguran que cuando la ley entre en vigor, ellas seguirán atendiendo estos casos.

Con dos niños y en paro, Yamaris se quedó embarazada y tomó la decisión de abortar. Según dice, fue muy duro pero lo volvería a hacer, incluso en la ilegalidad: "Hablan del derecho a la vida, pero también tiene que tener el derecho a comer, a una vivienda, a ir a la escuela...". "Yo voy a ir a la clandestinidad si hace falta y voy a exponer mi vida", asegura. Como ella, el 62% de las mujeres que participaron en este estudio.

La reforma de la ley del aborto de Gallardón las obligaría a la clandestinidad o a viajar a otro país. Además, muchas de ellas dicen estar tan convencidas de no querer ser madre que ninguna condición: ni laboral, ni afectiva podría haber cambiado su decisión.

Los nuevos supuestos para interrumpir el embarazo que contempla la futura ley del aborto son tan restrictivos que prácticamente todas las mujeres que han participado habrían quedado fuera de la ley. Estos resultados, aseguran, les obligan a declararse insumisos ante la nueva ley. "Nos rebelaremos contra la ley haciendo abortos, y que luego sean los tribunales los que juzguen si estamos dentro o fuera", asegura Francisca García, presidente de la Asociación de Clínicas para la interrupción del embarazo. Dicen que prefieren atender a estas mujeres a pesar de enfrentarse a penas de hasta 3 años de cárcel o 6 de inhabilitación.