'Extinction Rebellion' se manifiesta en decenas de capitales mundiales como protesta por el cambio climático y para exigir medidas urgentes a los gobiernos. En Madrid han cortado el Paseo de la Castellana y han lanzado un comunicado con sus "exigencias al Gobierno español".

El documento arranca explicando por qué se han visto "obligados a optar por la desobediencia civil no violenta" para defender al clima: "Ante la pasividad de los gobiernos del mundo ante la gravísima crisis ecológica y civilatoria y la extinción masiva de especies, desde la sociedad civil nos revelamos".

La primera de sus peticiones es clara: declarar la Emergencia Climática mundial. Eso sí, exigen que vaya "acompañada de mecanismos que faculten a los gobiernos redirigir los mecanismos del estado con el fin de frenar la crisis climática y ecológica". Piden que se tomen "medidas para limitar el calentamiento global a 1,5 ºC".

Decir la verdad es la segunda de sus exigencias: "El Gobierno ha de decir la verdad sobre el efecto que el actual modelo económico y las políticas públicas tienen en el agravamiento de la crisis climática y ecológica, apoyándose en la ciencia, que nos dice que se requieren cambios en todos los aspectos de la sociedad".

El punto tres pide la actuación inmediata. Los ecologistas piden al Gobierno "aprobar una Ley Nacional de Emergencia Climática donde se establezca la reducción urgente y drástica de gases de efecto invernadero". Con esta ley quieren crear una hoja de ruta que cambie el modelo energético y el modelo de "producción y consumo".

'Extinction Rebellion' exige que España tenga una "democracia real" para que "toda la ciudadanía" se implique en el reto climático. Creen que hay que establecer "instrumentos participativos, como las asambleas ciudadanas asesoradas en cada campo por personas expertas, objetivas e independientes".

Por último, justicia climática. Los activistas defienden que "los cambios drásticos e inmediatos necesarios para afrontar las emergencias climáticas y ecológicas no se pueden realizar sacrificando derechos y necesidades de los sectores más vulnerables y marginados de la sociedad".

Unas exigencias que intentarán que el Gobierno apruebe de manera urgente presionando con un pulso pacífico y masivo en las calles. Una rebelión climática que desembarca en España.