Si después de los tensos días exámenes lo que recibe el estudiante a final de curso es un suspenso, puede verse desbordado y con mucho estrés. Por eso es importante que las familias les acompañasen emocionalmente en esos momentos. Aunque a veces puedan estar enfadados por los resultados, los padres y madres deben evitar caer en el "reproche excesivo" e ir más a analizar la razón del suspenso.

Eso es lo que propone Teresa Díaz Tártalo, profesora del Grado en Educación de la Universidad CEU San Pablo, quien aporta una serie de consejos para saber llevar la situación de la mejor manera posible.

1. Llegar al fondo del asunto: ¿por qué el suspenso?

"Siempre ha de tenerse en cuenta la razón por la que se ha llegado a esta situación a la hora de poder apoyar de una u otra manera a un niño que tenga que repetir curso. ¿Es la consecuencia de que no haya trabajado todo lo que debería? ¿Se ha esforzado al máximo y, pese a dar lo mejor de sí mismo, no ha alcanzado los resultados deseados?. El primer paso es analizar el por qué y conforme a eso se actuará de una u otra forma", explica.

2. Evitar sobreproteger a los menores

En el caso de que los niños o niñas repitan por no haber trabajado lo suficiente, los padres no deben evitar que los hijos tengan que hacer una reflexión sobre por qué ha pasado esto. En ocasiones, añade Díaz Tártalo, los padres tienden a pensar que ayudan a sus hijos sobreprotegiéndoles y evitando que se planteen las consecuencias de sus actos, y esto puede ser "un error".

3. "En la vida todos cometemos errores"

En tercer lugar, los padres no deben caer en un "excesivo" reproche a los hijos incluso cuando el motivo del suspenso sea la falta de trabajo: "Debemos ayudarles a dar un paso adelante para que vean que en la vida todos cometemos errores. Lo importante es darse cuenta y pensar que los propios padres han sido adolescentes y han cometido errores, al igual que sus hijos".

4. Animarles a volver a empezar

La profesora de la Universidad CEU también considera relevante ayudar a los hijos a comprender que siempre se puede volver a empezar, que sus "padres los quieren incondicionalmente y que estarán a su lado pase lo que pase".

5. Ir más allá de lo académico

Por último, Díaz explica que cuando los niños tienen que repetir curso pese a haberse esforzado al máximo, hay que mirar "más allá de lo académico y analizar en qué destacan sus hijos para animarlos a desarrollar lo que hacen bien". "Los padres no deben olvidar que los niños son mucho más que las notas que sacan y que las malas notas pueden darse por varias razones, por tener muchos problemas, estar descentrados o debido a una mala temporada", concluye.