Antonio Martínez, artesano, ingeniero, restaurador y documentalista de una época, abre las puertas de su 'Hospital de Juguetes' casi por última vez. Se retira por la edad, por la enfermedad y porque los tiempos han cambiado: "Ahora con los móviles y la tablet...", comenta.

"El encargo que me ha llevado más tiempo ha sido una muñeca de tamaño natural que era la niña de 'El Exorcista'", explica Antonio, que recuerda en el vídeo sobre estas líneas sus 50 años de profesión y épocas pasadas en las que cuando los juguetes se rompían, se arreglaban. Su taller, que se ha convertido en un museo de la nostalgia, cerrará para siempre el próximo 31 de diciembre sin un relevo generacional.