Cientos de personas acuden a dar su último adiós a Julen, el niño de dos años que murió tras caer a un pozo el pasado 13 de enero en Totalán (Málaga), y cuyo entierro se celebrará en el cementerio de la barriada malagueña de El Palo.
Previamente se ha celebrado un responso en dicho cementerio, adonde llegaron los restos mortales del pequeño procedentes del Instituto de Medicina Legal de Málaga, donde se le había practicado la autopsia.
Un gran número de coronas y ramos de flores acompañan el féretro del niño, cuya muerte ha causado conmoción en el barrio donde residía con sus padres.