Un cuarto de los 1.015 niños víctimas del tráfico de personas ha desaparecido en algún momento durante el año pasado, lo que supone unos 246 menores respecto a los 167 que desaparecieron en 2015 mientras se encontraban bajo custodia de las autoridades.

Muchos de ellos han desaparecido una media de siete veces, según datos de ambas organizaciones. Las razones para escaparse de los centros de acogida son principalmente el miedo a los autoridades, el control que los traficantes siguen ejerciendo sobre ellos y la baja calidad de los alojamientos.

El informe presentado por las ONG pone en duda la capacidad de Reino Unido para cuidar a los niños que se encuentran en una situación de vulnerabilidad en un momento en el que se registran cifras récord de esclavitud infantil -2.118 casos en 2017-.

"El sistema sigue fallando a los niños sin acompañantes y aquellos que han sido víctimas del tráfico de personas en vez de salvaguardarlos y protegerlos", ha indicado Jane Hunger, investigadora de Missing People. "Son particularmente vulnerables y podrían volver a verse en situación de explotación por parte de traficantes", ha manifestado.

El ministro de Niños y Familias de Reino Unido, Nadhim Zahawi, ha indicado que cualquier niño desaparecido provoca una "grave preocupación". "Instamos a todos los centros de acogida a fijar procedimientos claros para prevenir que esto suceda", ha indicado en un comunicado.

El Gobierno no ha logrado esclarecer el paradero de cerca de un quinto de los 975 niños víctimas del tráfico de personas cuyas desapariciones fueron denunciadas a lo largo de 2017. "Puedo entender por qué los menores huyen para volver con los traficantes. (...) Es mejor malo conocido que bueno por conocer", ha aseverado un menor que huyó de su centro de acogida.

Muchos de estos menores son condenados por delitos menores, especialmente relacionados con estupefacientes, por lo que luego se les deniega el asilo. Entre 2015 y 2017, Reino Unido rechazó las solicitudes de asilo de 183 personas que llegaron al país tras ser víctimas del tráfico de personas en países como Vietnam.

"Muy a menudo estos niños son tratados como criminales en vez de como menores que se encuentran en una posición vulnerable y necesitan apoyo", ha aseverado Catherine Baker, investigadora de ECPAT.