La única prioridad de los efectivos de rescate es encontrar a Arthur, el niño desaparecido tras las inundaciones en Mallorca. Unas 150 personas se han quedado toda la noche y este viernes se han duplicado: 300 efectivos rastrean metro a metro, inspeccionando el torrente desde Son Carrió hasta su desembocadura en el mar.
Mientras, cientos de voluntarios siguen la misma dirección con sus herramientas y también llevan comida. Este viernes, coincidiendo con el festivo, se han sumado muchísimos.
"Lo mejor sería que la gente viniera a ayudar personalmente", señala una joven. "Hay militares, policías, bomberos, etc. Os pedimos un poco de paciencia", pide una de las voluntarias de Protección Civil.
Se coordinan para sacar el máximo partido a sus recursos, con un único pensamiento: "poder encontrar la normalidad lo más rápido posible". Miguel lo intenta, pide no una ayuda económica, sino una ayuda directa.
Máquinas que invaden las calles, en total 900 efectivos ayudan en toda la zona. Los servicios sociales han ido casa por casa analizando su estado y el lunes llegarán más ayudas para los vecinos.