La figura del juez ultraconservador Manuel Piñar ya estuvo cuestionada con la primera sentencia a Juana Rivas, un documento plagado de frases polémicas para poner en entredicho que sea víctima de violencia de género a pesar de que hay una sentencia judicial que lo acredita.

"No se comprende que si fue maltratada en Italia al nivel que ella dijo, de tortura y terror, no denunciara allí al momento", decía entonces Piñar. Su carrera judicial está llena de decisiones controvertidas con respecto a la violencia machista.

En 2011, por ejemplo, condenó a una mujer a un año y medio de prisión por una denuncia falsa en un juicio en el que la Fiscalía pedía su absolución. El juez llegó a acusar a esa Fiscalía de "excesivo celo ideológico de proteger a la mujer", e incluso lo relacionó con el "principio de oportunidad que practicaban los fiscales que estaban al servicio de Hitler o Stalin".

En 1999, rebajó la indemnización a una accidentada porque, según recogía la sentencia, "su cicatriz solo se ve en situaciones íntimas", algo que "podía llegar a constituir un elemento de atracción". Pero Piñar también ha plasmado su ideología de ultraderecha en sus redes sociales.

"El feminismo está cada vez más metido en la estupidez", opinaba en su cuenta de Facebook, donde habla de "chusma feminazi" y dedicó estas palabras a Nora Baños, de la candidatura de Podemos a las elecciones europeas de 2018: "Peor que una feminazi es una comunista tonta".

Para este magistrado, según ha llegado a señalar, se hace un "uso abusivo de la normativa de la violencia de género".