Cerrada la playa de Sant Adrià de Besòs, en la provincia de Barcelona, tras detectarse metales pesados que conllevan un "riesgo cancerígeno" para la salud de los niños, según un análisis de la arena llevado a cabo por la empresa Tecsòl.

Se han detectado acumulaciones de plomo por encima de los niveles permitidos y también alta presencia de arsénico, níquel, zinc, molibdeno, vanadio y benzopireno.

Advierte del riesgo para los menores "por la ingestión accidental y contacto directo con la arena de la playa". Según el informe, "el riesgo cancerígeno es aceptable si no se superan los 7,5 días de exposición" y que el suelo de la zona "cumple con la definición de suelo contaminado que contempla el Real Decreto 9/2005".

Desde el Ayuntamiento de la ciudad aseguran que se trata de un cierre preventivo -lleva clausurada la playa desde el sábado-, pendiente del informe de la Agencia de Residuos de Cataluña, dependiente de la Generalitat, que determinará si sigue el cierre o se reabre la zona.

Los análisis se realizaron entre marzo y abril después de que se removiese la tierra para extender cables submarinos de fibra óptica. La Generalitat consideró oportuno aprovechar la obra para investigar la calidad de la arena.

El Consorcio de Besòs ya había realizado estudios entre 2018 y 2020 de zonas comprendidas entre el río Besòs y el puerto de Badalona, zona llena de fábricas contaminantes durante décadas –como la antigua central térmica de Las Tres Chimeneas, de Endesa-.

En aquel entonces el Consorcio determinó que no había riesgo en la capa superficial, pero sí apuntaba a que podrían encontrarse sustancias contaminantes si se removían tierras o si se producían fenómenos meteorológicos agresivos.