En La Palma, la ceniza del volcán de Cumbre Vieja lo cubre todo. La 'nieve negra' es extremadamente fina y puede afectar al funcionamiento del aeropuerto de la isla.

Es la última novedad de un volcán que ya lleva seis semanas rugiendo con una actividad que, lejos de aminorar, sigue siendo intensa. Las ondas de choque que se han registrado en las últimas horas han provocado derrumbes en el cráter principal.

El volcán de La Palma mantiene cuatro bocas activas, con la lava arrasando 970 hectáreas y destruyendo más de 2.500 edificaciones. Preocupante la calidad del aire, calificada como extremadamente desfavorable, con 499 µg/m3 como dato más alto de partículas PM10 en las últimas 24 horas.

Las ondas de choque lanzan bombas volcánicas de hasta 23 centímetros, con la lava circulando por los tubos lávicos, pero sin hacer avanzar las coladas del sur. Aunque por fuera parezca que no se mueven, por dentro de ellas la lava no para de fluir.

Los hosteleros celebran el turismo que se está dando estos días, pero piden que sea responsable y así disfrutar brevemente del volcán y "ser solidarios" con los que peor lo están pasando.