Los cazadores furtivos allanaron la noche de la reserva de Lewa, mataron a los rinocerontes, se llevaron sus cuernos y se escaparon antes de que los guardabosques llegaran a la escena, de acuerdo con el texto. "Tras seis años siendo capaces de mantener seguros a todos los rinocerontes de la reserva y de registrar altas tasas de natalidad, todo el equipo de Lewa está devastado por esta reciente pérdida", detalló el jefe de operaciones del santuario, Tuqa Jirmo.

Esta reserva daba refugio a 99 rinocerontes blancos del sur y a 105 rinocerontes negros, lo que equivale al 13% de la población de rinocerontes negros de Kenia.

Jirmo aseguró también que este suceso sirve como un recordatorio de que la amenaza de la caza furtiva "siempre está presente" y que ningún parque natural con rinocerontes pueden "darse el lujo de bajar la guardia".

Según medios locales, todavía no se ha detenido a ninguna persona relacionada con este hecho, si bien tanto el Servicio de Vida Silvestre de Kenia (KWS, por sus siglas en inglés) como la Policía ya están rastreando la zona.

La persistente caza furtiva y el comercio ilegal de cuernos de rinoceronte continúan poniendo en riesgo la supervivencia de estos animales en el continente, con subespecies como la de rinocerontes blancos del norte de los que solo quedan dos ejemplares de hembras en todo el mundo.