El Ayuntamiento de Punta Umbría, en Huelva, lleva años intentando que los bañistas no cojan coquinas en la playa, pero resulta imposible. Por ello han puesto en marcha un dron que lanza mensajes por megafonía recordando a los veraneantes la prohibición.

Capturar esta especie conlleva multas y es el dron en encargado de volar por toda la playa avisando de que se está cometiendo un acto ilegal. "Si veo a alguien cogiendo coquinas me acerco con el dron y le pongo el audio que avisa de que está prohibido capturar coquinas y que además conlleva sanción económica", explica Jonathan Duran, piloto del dron.

Con ello se busca que los coquineros puedan seguir ganándose la vida de esta forma ya que muchas personas las capturan cuando el tamaño es muy pequeño y no las dejan crecer, lo que podría conllevar en el futuro un problema medioambiental.

"Entendemos que es un bien muy importante que tenemos que preservar, que tenemos que conservar y tenemos que dejar a los profesionales que capturen estos maravillosos bivalvos que luego nos sirven para nuestra gastronomía tan maravillosa", indica Tamara Cazorla, concejala de Medio Ambiente.

Por el momento la medida ha tenida buena acogida y el gesto de cogerlas cada vez será menos habitual para que en el futuro no nos quedemos sin poder disfrutar de un buen plato de coquinas.