En cuanto dieron con Julen sacaron la primera conclusión: fue una caída libre, según la posición en la que encontraron el cuerpo. Al rescatarlo, dos médicos forenses lo esperaban en la superficie. Lo examinaron al momento, sobre el terreno, y concluyeron que murió el día de la caída.

Esa misma madrugada fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Málaga. Aquí se le practicó la autopsia desde las ocho y media de la mañana y durante varias horas. "Lo más importante es que falleció el día que se cayó y a consecuencia de la caída", explica Manu Marlasca.

Casi imposible, y más siendo un niño de dos años, sobrevivir a una caída libre y rápida de casi cien metros de altura. "Presenta varias contusiones y dos fuertes golpes en el cráneo compatibles con caída de los metros", desvela Marlasca.

Igual que durante toda la operación de rescate, en esta fase tampoco se ha escatimado en medios: normalmente la autopsia se hace con dos médicos forense y en está han participado cinco. Las conclusiones de esos cinco forenses ya están en los juzgados, a la espera del informe definitivo. La data aclarará si Julen murió en el acto y cuál fue la causa exacta.