Coronas con forma de pez, gritos de ánimo y un aplauso de varios minutos han acompañado al cortejo fúnebre de Gabriel hasta su llegada a la catedral de Almería, donde su familia no ha estado sola.

Cientos de personas se han concentrado en la plaza para mostrarle su apoyo y para seguir el funeral del menor a través de pantallas gigantes. Especial emoción entre los asistentes a la llegada y salida de los padres, que recibían gritos de "no estáis solos" y "todos somos Gabriel" mientras se abrazaban sin poder contener las lágrimas.

El oficio religioso, al que asistió la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, acompañada del ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, en representación del Gobierno es oficiado por el obispo de la Diócesis almeriense, monseñor Adolfo González Montes.

Precisamente el ministro dejó una de las imágenes del funeral, al que acudió con la bufanda azul que ha llevado la madre durante todos los días de búsqueda.

Fuentes de Interior han asegurado que para Zoido es "todo un honor" recibir este regalo de la madre porque durante estos trece días de búsqueda del niño de ocho años su madre no se la había quitado como símbolo del pequeño y que le había hecho su abuela.

Al finalizar el acto, Patricia Ramírez y Ángel Cruz, los padres del pequeño Gabriel Cruz, han querido agradecer el apoyo recibido durante la búsqueda de su hijo. Tras el funeral, ambos se han dirigido a los medios, afirmando que las muestras de ánimo son las que les han mantenido fuertes.

"Nos habéis llevado en volandas a encontrar a nuestro hijo", decía el padre, mientras que la madre ha relatado un cuento diciendo que "la bruja ya no existe"

El féretro de Gabriel salió de Diputación de Almería, donde más de 6.000 personas pasaron un día antes por su capilla Ardiente. Los padres de Gabriel piden ahora intimidad para poder estar rodeados de sus familias para despedir a su hijo.