Las estaciones catalanas han abierto ya este lunes. El sector del esquí catalán ha pactado una apertura manera conjunta y ha recibido la autorización de la Generalitat. Se trata de una apertura progresiva con una limitación en la venta de forfaits para evitar aglomeraciones. La adquisición será exclusivamente online.
Por el momento, solo podrán disfrutar de las pistas los catalanes, dados los cierres perimetrales de las autonomías. Los esquiadores se podrán desplazar de lunes a jueves a las pistas de esquí, siendo solo válidos los desplazamientos del fin de semana para los locales.
En Aragón, el próximo día 23 de diciembre se abrirán las estaciones de esquí de Formigal y Cerler en el Pirineo (provincia de Huesca) y la estación de Valdelinares en la Comarca Gúdar-Javalambre (provincia de Teruel). La apertura de estas estaciones de esquí, al ser una actividad al aire libre deportiva, no tiene límite de aforo por lo que la asistencia de esquiadores queda sujeta a las restricciones de movilidad. Astún y Candanchú también tienen previsto poner en marcha los remontes en cuanto haya movilidad regional, indicaron fuentes de estos centros invernales, sin precisar una fecha concreta.
En Andalucía, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha anunciado la nueva fecha de apertura de la temporada invernal de Sierra Nevada: el 18 de diciembre, el próximo viernes, como parte de la desescalada en la Comunidad.
El comienzo de la temporada estaba previsto para el 28 de noviembre, pero la empresa pública Cetursa, que gestiona el complejo, retrasó la apertura. Todas las instalaciones están revisadas y se alcanzan espesores de nieve en pista de hasta un metro en las zonas más altas.
Sierra Nevada abrirá al público desde el 18 de diciembre "con el aforo, horario y protocolos establecidos en estaciones de esquí y montaña que hemos acordado", según Moreno.
Retraso en la apertura de la temporada
El puente de diciembre pasó y con él dos borrascas que dejaron mucha nieve en la Península y un amargo sabor de boca a las estaciones de esquí, que no han podido aprovechar una fecha clave en sus negocios y que aún no saben cuándo abrir por las restricciones de movilidad derivadas de la pandemia y por las presiones de otras plazas europeas.
Los festejos de la Constitución suelen dar la fecha de salida a la temporada de la nieve, un sector que en España genera más de 3.100 empleos directos. La pasada, acabada con precipitación por el coronavirus, nuestro país recibió a 4,8 millones de esquiadores y las estaciones ingresaron 118,8 millones de euros, apenas tres menos que la anterior, de acuerdo con datos de la Asociación Española de Estaciones de Esquí y Montaña (Atudem).
A las autoridades no les preocupa tanto la realización del deporte, al aire libre, como su componente social. Lo dijo en 'ARV' el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que ve necesario tomar medidas "en relación a todas las actividades que están alrededor del esquí y también a la movilidad que puede provocar".
Los deportistas de invierno piden que estas estaciones se abran para poder, precisamente, practicar sus especialidades. Es lo que solicitó el presidente de la Real Federación Española de Deportes de Invierno, May Peus, al Gobierno en una carta abierta: "La salud es y debe ser una prioridad, pero es lógico pensar que los deportes de nieve, organizados de manera ordenada y con todas las garantías sanitarias, pueden ser también una forma de contener la pandemia".
En Europa, prima la prudencia. Es precisamente lo que ha solicitado la Comisión Europea para evitar un repunte en los casos. También pide coordinación entre los países miembros, aunque estas decisiones competen a cada Estado. Francia, Alemania, Italia y Andorra presionan para mantenerlas cerradas de manera conjunta.