Las ATM de Barcelona, de Tarragona, de Lleida y de Girona aplican desde este miércoles la prohibición de que los patinetes y monociclos eléctricos no puedan acceder ni a los vehículos ni a las instalaciones de transporte público, por un periodo de seis meses.

Según ha informado la ATM de Barcelona en un comunicado, en su caso la restricción temporal se aplica en todos los transportes públicos que dependen de la Generalitat (Rodalies, FGC, buses interurbanos), del AMB (Metro y Bus Metropolitano) y en el TRAM, tanto en los servicios diurnos como nocturnos.

La medida se limita sólo a los servicios de transporte público regular y no afecta ni a los servicios de transporte escolar ni a los servicios discrecionales, precisa la ATM de Barcelona.

En el caso de los operadores que dependan exclusivamente de ayuntamientos, serán los mismos consistorios que decidirán si adoptan la medida como titulares del servicio. La prohibición se aplicará exclusivamente a patinetes y monociclos eléctricos, quedando permitido el acceso al transporte público a bicicletas eléctricas y otros vehículos de movilidad personal (VMP).

Los patinetes eléctricos que pueden alcanzar velocidades de más de 25 km/h no son considerados VMP sino ciclomotores, por lo que ya está prohibido su acceso al transporte público.

La prohibición de acceso responde a los riesgos para la seguridad de usuarios y trabajadores que suponen estos vehículos de movilidad personal, entre los que se señalan los causados por la explosión y inflamabilidad de las baterías.

Durante este período de seis meses se elaborará una propuesta de regulación sobre el acceso y seguridad de los patinetes eléctricos y otros vehículos de movilidad personal que minimice el riesgo de una explosión o incendio.

A partir de este miércoles los operadores de transporte público y las administraciones titulares de sus servicios informarán por todos sus canales de la prohibición temporal de acceder en patinete o monociclo eléctrico (tampoco si está plegado) a sus instalaciones y vehículos.

Las denuncias que formulen los equipos de intervención de los operadores de transporte público, por incumplimiento de esta prohibición, comportarán una sanción de 200 euros.

La ATM de Barcelona ha señalado que durante los primeros días "se priorizará la información a la sanción" pero que, desde el primer momento, "cualquier usuario que haya entrado en el transporte público con patinete será invitado a abandonarlo en la parada o estación siguiente".

Para las personas usuarias que opten por aparcar su vehículo en torno a los accesos del transporte público se garantiza la presencia de aparcamientos en la gran mayoría de estaciones, habilitados también para patinetes eléctricos.

Desde la ATM de Barcelona se explica que "este trabajo de impulso de los aparcamientos, se ha trabajado especialmente para encontrar soluciones concretas en áreas periféricas donde se ubican los polígonos como la Zona Franca de Barcelona", destino de muchos de los trabajadores que combinan el uso del patinete eléctrico y el transporte público.