La Generalitat de Cataluña permitirá el llenado de piscinas con la condición de que sean de uso público y declaradas como refugios climáticos, al tiempo que ha fijado un tope específico de consumo máximo para establecimientos turísticos, de 100 litros por plaza, en fase de emergencia, como están ahora Barcelona y Girona.

En su reunión semanal de cada martes, el Govern ha aprobado un nuevo decreto que adaptará la regulación vigente de la sequía, en un momento en el que gran parte de Cataluña sigue en fase de emergencia por sequía a pocos meses del verano, la temporada estrella para el sector del turismo.

Así lo ha anunciado la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, tras la reunión. El decreto fija umbrales de consumo por plaza para los establecimientos de alojamiento turístico e introduce un régimen especial para regular "las aportaciones de recurso hídrico que hagan al sistema las desalinizadoras portátiles de titularidad privada".

El límite a los alojamientos turísticos se equipara así al límite al consumo medio de los ciudadanos catalanes, que es de 115 litros en situación de excepcionalidad; 100 litros en emergencia y 90 litros en emergencia II. Ahora bien, estas limitaciones sólo serán obligatorias para los hoteles si el municipio en el que se encuentran incumplen el consumo máximo durante tres meses consecutivos. La decisión última la tendrán los Ayuntamientos, que "serán los que tendrán que encontrar el sistema para hacer cumplir los topes", ha apuntado la portavoz del Govern, Patrícia Plaja.