Agentes de la Guardia Civil trasladaron a Bernardo Montoya, tras confesar que mató a la profesora zamorana de 26 años en la localidad de El Campillo (Huelva), de la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva, donde ha pasado la noche y ha prestado declaración.

Montoya ha salido del cuartel, sobre las 12,15 horas, a pie escoltado por dos agentes y esposado, momento en el que ha sido introducido en un coche de la Benemérita.

Su salida ha sido rápida y, en lugar de salir por la puerta habitual de los calabozos, donde estaba apostada gran parte de la prensa, lo han sacado por la puerta principal de la Comandancia.

Tras su detención, este martes a mediodía, fue trasladado en un principio a las dependencias de la Guardia Civil de Valverde del Camino pero finalmente ha pasado la noche en la Comandancia de Huelva, donde ha sido interrogado este miércoles por la mañana.

En la misma por ley puede estar un máximo de 48 horas antes de pasar a disposición de la titular del Juzgado de instrucción número 1 de Valverde del Camino, pero finalmente la Guardia Civil ha decidido su traslado este miércoles sobre las 12,15 horas.

En estos momentos, tras su confesión, la Guardia Civil trata de esclarecer las 48 horas que, al menos, Laura Luelmo estuvo retenida contra su voluntad antes de morir de un fuerte golpe en la frente propinado por Bernardo Montoya. Según han explicado fuentes de la investigación, el equipo del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil está analizando los restos biológicos y las pruebas halladas.

La principal línea de investigación es que la maestra zamorana de 26 años fue retenida entre el 12 de diciembre, el día de su desaparición en El Campillo (Huelva), y el momento en el que la autopsia ha fijado su muerte, entre el 14 y el 15 de diciembre, es decir, entre dos o tres días después.

Los indicios recabados llevan a los investigadores a sospechar que Laura Luelmo sufrió una agresión sexual, extremo que tratan de corroborar con la inspección de la casa de alquiler en la calle Córdoba de El Campillo donde vivía la maestra de 26 años. El autor confeso del crimen residía en una vivienda en la misma calle.