Los restos de pintura azul hallados en el pantalón del cadáver de la vecina de Traspinedo (Valladolid) Esther López no se corresponden con los del paragolpes delantero del coche del hasta ahora principal sospechoso de su desaparición y muerte, Óscar S.M.
Así se desprende del último informe que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha puesto en manos de la juez de Instrucción número 5 de la capital vallisoletana, Soledad Ortega, y que es el resultado del análisis efectuado por el Departamento de Química del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil tras cotejar restos de pintura localizados en el pantalón que vestía la víctima la noche de autos y los extraídos del paragolpes delantero del Volkswagen T-Roc propiedad de Óscar S.M, la última persona que, supuestamente, la vio con vida.
En el referido informe, se constata que la pintura azul procedente del paragolpes delantero del vehículo "no se ajusta en cuanto a sus características morfológicas, composición química y color con las partículas de color azul recuperadas del pantalón de la víctima".
Hasta ahora la mayoría de las pruebas presentadas por la Guardia Civil situaban a Óscar S.M. en la cúspide de la pirámide de sospechosos, como los restos de fibra de los calcetines de ella compatibles con restos en la matrícula del vehículo de él, junto con otros restos de fibras en sus uñas y las extraídas del pantalón chino de Óscar y otras más del abrigo de Esther con las recogidas en el suelo de la vivienda del principal sospechoso.
Todas esas pruebas, además de las relativas al geoposicionamiento de los teléfonos móviles de ambos y la supuesta manipulación del equipo de navegación de su coche, parecen ahora desmoronarse con el último informe remitido por la Guardia Civil a la instructora pues supondría casi volver a la casilla de salida si se sigue pensando en la hipótesis del atropello por cuando vendría a descartarse que en el mismo estuvo involucrado el turismo de Óscar S.M.
La recepción del informe coincide casi en el tiempo con la orden dada por la propia instructora para que la Guardia Civil cese en sus escuchas telefónicas practicadas a Óscar S.M. ante la falta de resultados relevantes para la investigación después de tres meses.
La juez, además, acuerda alzar el secreto sobre la única parte de las diligencias judiciales, la relativa al "pinchazo" del teléfono, que aún permanecía reservada para las partes.
La Guardia Civil había pedido la prórroga de la intervención telefónica, mientras que el fiscal se había opuesto a esta medida, cuyo criterio ha sido tenido en cuenta por la instructora para poner fin a la intervención telefónica que implica una injerencia en el derecho constitucional al secreto de las comunicaciones.
La magistrada concluye que, después de tres meses con el teléfono del investigado "pinchado", "ningún dato de interés se ha desvelado que pueda afectar a la presente investigación ya que el citado sospecha, y así lo manifiesta, de que sus comunicaciones se encuentran intervenidas y por tanto sólo habla de los problemas que le está acarreando la causa en el negocio de la inmobiliaria, de las noticias que salen en la prensa sobre las diligencias que se están practicando, manteniendo su inocencia, o de cualquier otra cuestión desvinculada de la causa".
La juez subraya que los agentes de la Guardia Civil que han estado controlando llamadas y mensajes de dicha línea telefónica concluyen que "el investigado no ha abordado los hechos, incluso ha dado instrucciones "muy precisas" a las personas de su entorno más cercano para que eviten hablar de ellos y está haciendo uso de aplicaciones de mensajería que están fuera del alcance de la interceptación telefónica".
El Juzgado de Instrucción 5, igualmente, ha recibido la respuesta de la UCO a su petición de explicaciones sobre la filtración de un informe que ha había sido publicado por un medio de comunicación antes de que fuera notificado a las partes.
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