Julia y Ricardo, cruzando paisajes aún humeantes, van a ver a la luz del día los restos de sus propiedades. "Vamos a ver lo que queda de nuestra casa y la de mi hijo. Esto antes era un campo tremendo. Aquí se me cruzaban los cervatillos", cuenta Ricardo.

Al ver su hogar destruido, 'Villa Julia', la mujer rompe a llorar: "No ha quedado nada. Toda nuestra vida, nuestros recuerdos...". Así es su reacción ante el montón de cenizas que ahora es su casa. Solo les queda grabada por un bombero, la fatal imagen de su vivienda ardiendo.

"Dentro está todo, el tacógrafo, los papeles de la empresa, el ordenador, las llaves del camión...", asegura Ricardo mientras intenta impedir que su hija se meta entre los escombros que pueden ser peligrosos. Fuera, macetas derretidas, como el contenedor de vidrio que se puede ver en las imágenes del vídeo superior.

Los vecinos se consuelan unos a otros. 'Hay que empezar de nuevo', una frase que repite Joaquín frente a los restos de su casa. "No sé, de verdad, por donde empezar", confiesa mientras observa los restos de su casa. 14 años devorados por un fuego veloz e imparable.