La aparición de una medusa denominada carabela portuguesa en las playas de la costa gaditana debido al viento de poniente que sopla estos días en la provincia ha obligado al Ayuntamiento de Cádiz a tomar precauciones en las cuatro playas de la capital.

El director del acuario de Sevilla, Juan Antonio Romero, ha explicado que este animal "no es una medusa" tal y como se conoce sino "una colonia de animales que se juntan y se parecen mucho a las medusas" por lo que es un "hidrozoo" que se conoce como organismo colonial.

"Realmente las confundimos con medusas pero biológicamente no lo son, pero llegan a nuestras costas gracias a la tormenta perfecta ya que estos animales se mueven verticalmente y no horizontalmente a través de las corrientes y precisamente en el caso de la 'carabela portuguesa' con el viento se pueden desplazar como ha ocurrido llegando a estas costas", ha añadido.

En este sentido, ha señalado que según los vientos se desplazan a un sitio o a otro pero con el viento de poniente precisamente llegan a las costas andaluzas, "si fuese viento de levante probablemente llegarían a las costas africanas". Preguntado por si es habitual la presencia de estos animales en las costas andaluzas, ha asegurado que sí y de hecho ha subrayado que ha habido años en los que han llegado "muchísimas" y otros en los que no se han visto, pero "precisamente por la tormenta perfecta consistente en la combinación de corrientes marinas, viento de poniente y la temperatura del agua" ha provocado su presencia en Cádiz.

Sobre su hábitat natural ha dicho que son todos los mares, desde el Atlántico, hasta el Pacífico, ya que "son de agua un poco más caliente por lo que a más subida de temperatura en el Mediterráneo más oportunidades de verlas en estas costas".

"La carabela portuguesa es de los animales que pueden ser muy peligrosos, no viene a atacar porque no tiene la posibilidad de nadar y se desplaza gracias a las corrientes marinas pero un bañista puede encontrarse con este animal que tiene filamentos muy largos que pueden llegar hasta 30 ó 50 centímetros de largo, por lo que se debe evitar acercarse a ellas", ha aconsejado porque como ha añadido, "pueden ser peligrosas, sobre todo en menores y personas con problemas de salud, pero en el caso de contacto con ellas se recomienda acudir inmediatamente a un puesto de socorro".

Por último, ha dicho que la carabela portuguesa puede volver a lo largo del periodo estival según los vientos que soplen en las costas andaluzas y las corrientes marinas, por lo que ha insistido en que "pueden volver perfectamente". Cabe recordar que el contacto con los filamentos urticantes de esta especie provoca una intensa sensación de quemazón, picor e inflamación local, y dolor muy agudo.

En caso de tener una picadura de este tipo de medusas, se deben retirar los restos de filamentos adheridos a la piel con ayuda de unas pinzas o de algún elemento rígido.

También es aconsejable examinar si han quedado restos de filamentos adheridos al bañador, ya que pueden permanecer activos durante días. A continuación se recomienda limpiar la zona afectada con abundante agua salada --nunca agua dulce-- y ponerse hielo dentro de una bolsa, evitando el contacto con la piel, ya que el frío ayuda a reducir la inflamación y mitigar el dolor. No se deben aplicar vinagre, amoníaco reducido o alcohol, porque podrían aumentar el riesgo de infección. Además, hay que evitar la exposición al sol.